Quizás las debería contar todas, pero lo di por perdido. Habían demasiadas estrellas sobre mi cabeza, en aquel cielo reluciente bordado de intermitentes luces.
Sigo pensando que existe algo extraño en ese universo, esas estrellas caen con el paso del tiempo, se apagan y son olvidadas, nunca más son vistas por nadie. ¿Somos realmente como estrellas, luciendo durante nuestra existencia y llegando a ser borradas de esta vida con nuestro fin e incluso olvidadas?
No quier ser este tipo de estrella, mejor dicho, no quiero ser estrella. Quiero que mi existencia sea permanente, para toda la vida, sin vida propia. Pero hay algo más, no pretendo ser como aquellas personas que han inventado algo o han descubierto una nueva fórmula que combate un virus maligno. Pretendo ser recordado por aquellas personas cercanas, que han estado a mi lado durante mi luz, mi existencia y por tanto, para que estas personas me recuerden durante sus vidas, tendré que dejarles huella, marcarles el corazón y si es posible, acariciarles el alma. Sólo así podré tener constancia de ser recordado.
Mis actos y mi existencia en sus vidas, marcará mi persona y sobre todo, mi "yo" cobrará vida permanente.
Sean astutos, marquen huellas, inyecten su persona en el corazón de otros, acaricien sus almas y serán recordados.
José Ángel Moya
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